“THE DOOM GENERATION” (Gregg Araki, 1995)
El director nacido
en Los Ángeles, Gregg Araki, uno de
los popes del cine independiente en la década de los 90 formando parte de
aquella corriente conocida como New Queer
Cinema, cuyos argumentos están centrados en personas homosexuales, firmó en
1995 esta comedia negra rebosante de violencia y erotismo titulada The
Doom Gneration, argumentos por los que tuvo una lamentable distribución
y una exigua carrera comercial. La última película estrenada por el realizador
de padre japonés y madre estadounidense, lleva por título Pájaro blanco de la tormenta de
la nieve (2014), que protagonizada por Shailene Woodley, nos narra la
vida de una joven de 17 años cuya vida cambia cuando su madre desaparece sin
dejar rastro. Un film muy alejado de las constantes temáticas y estilísticas
que guiaron su cine en los 90. Hasta la fecha, su película su película más
prestigiosa a nivel crítico y de público es Oscura inocencia
(2004), un fascinante film protagonizado por Joseph Gordon-Levitt.
Maldita
Generación narra la historia de Amy
Blue (Rose McGowan), Jordan White (James Duval) y Xavier
Red (Johnathon Schaech) que
conforman un trío de jóvenes embarcados en una espiral de crímenes y sexo que
acaba teniendo incluso cobertura televisiva. El film, definido por Araki como “una película criminal heterosexual”
tiene algunos paralelismos con Asesinos Natos (Natural Born Killers,
Oliver Stone, 1994) y, como queda apuntado, cuenta la aventura (y el ménage à
trois) de dos adolescentes y un vagabundo punk veinteañero.
Con ínfulas de película subversiva, The Doom Generation es una de las
películas más incomprendidas y malditas de los 90, tal vez por el escupitajo
que representa sobre el establishment y los ritos de una sociedad decadente,
represiva y caótica esa fuga psicogénica que emprenden los protagonistas, que
se ven envueltos en situaciones absurdas y delirantes de violencia visceral y
sexo crudo, y en donde no faltan múltiples referencias cinéfilas y culturales. Con
ciertas reminiscencias tarantinianas, Araki crea una road movie trepidante
dando el protagonismo a unos marginados como hiperbólicos dibujos de la
juventud rebelde, apática y sin horizontes de la época, cuyo triángulo sexual,
más que amoroso, suma atractivo a un viaje a ninguna parte marcado por el
desasosiego y, no podía ser de otro
modo, la fatalidad.
Segunda película
de la Trilogía del Apocalipsis
formada además por Totally F***ed Up (1993) sobre un grupo de homosexuales
marginales, y Nowhere (1997) sobre el impacto de las drogas en unos jóvenes, Maldita
Generación, a pesar de cierta incongruencia narrativa y su pretenciosidad
transgresora, luce un magnífico aspecto visual rebosante de colores saturados,
una bella fotografía que amplifica las escenas de mayor violencia, como esa del
asesinato de uno de los personajes principales, rodada de forma tan repulsiva
como luminosa por un Araki que juega con la ambigüedad de los dos personajes
protagonistas masculinos y una dinámica maldita de las emociones, en donde
no faltan evocaciones satánicas (la cuenta a pagar siempre es 6.66) y ciertas
licencias autocomplacientes (la masturbación en el baño de uno de los
personajes). Rose McGowan en su primera aparición importante y maravilloso
cameo de Parker Posey. Un título nada despreciable que vale la pena recuperar y
que puede servir como acercamiento a este cineasta tan peculiar.
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