De rencores y pandemias
EXTINCTION êêê
DIRECTOR: MIGUEL
ÁNGEL VIVAS.
INTÉRPRETES: MATTHEW
FOX, JEFFREY DONOVAN, QUINN McCOLGAN. AHNA OREILLY, CLARA LAGO.
GÉNERO: TERROR / ESPAÑA
/ 2015 DURACIÓN: 110 MINUTOS.
Miguel Ángel Vivas debutó en el año
2001 con el largometraje Reflejos, un thriller fallido que no
convenció a casi nadie. Tras realizar un par de cortos, da la campanada con Secuestrados
(2010), un magnífico film que encuentra su mayor virtud en el feroz
naturalismo, en los efluvios orgánicos, la fisicidad y cercanía del drama. Esa
casa donde sucede el drama que actúa como un personaje más y en donde la
tensión se puede cortar con un cuchillo, salpicándonos de lágrimas, sudor y
sangre, electrizando nuestros tímpanos con gritos desgarradores, respirando el
hálito de la desesperación y el sadismo en un hogar convertido en una brutal
coreografía del pánico no apta para un público sensible. Tras realizar el
resultón film Los tres cerditos (2014), estrena ahora Extinction, cinta que
desarrolla su acción en un futuro postapocalíptico.
Extinction arranca
nueve años después de que una infección provocada por el uso masivo de armas
químicas, haya convertido a gran parte de los seres humanos en criaturas
salvajes y sin intelecto. Patrick
(Matthew Fox), Jack (Jeffrey
Donovan) y su hija Lu (Quinn
McColgan) sobreviven solos en las afueras de Harmony, un rincón olvidado y
permanentemente nevado. Algo terrible que ocurrió entre Patrick y Jack hace que
el odio perdure entre ellos, pero cuando los infectados reaparecen adaptados al
gélido ambiente, dejarán los rencores aparte para proteger aquello que más
quieren: la pequeña Lu.
Adaptación de la novela “Y pese a todo…” del especialista en
literatura de terror y fantástica Juan de Dios Garduño, Extinction no es una propuesta novedosa en su premisa y corpus
argumental y, sin embargo, nos muestra una atractiva y peculiar visión del hombre
en el desafío de la supervivencia que mide su pánico entre un clima glacial
letal y una horda de infectados a modo de zombis con un look vampírico de
ultratumba. La figura del hombre se hace pequeña en la soledad e inmensidad de
un paisaje deshumanizado en donde el hombre es sólo una presa pasto de
depredadores, sobreviviendo a duras penas en el más despiadado aislamiento y en
permanente vigilia. Miguel Ángel Vivas opta, como sucede en la novela, por
un ritmo pausado, y las escenas de acción escasean porque al director le
interesa más la interacción de los personajes en una atmósfera de final de
civilización, que tendrán que dejar atrás sus heridas emocionales (medidos
flashbacks nos narran el por qué de su situación personal) para implicarse en
un drama que deja al descubierto las aristas de sus perfiles psicológicos ante
el infortunio de su astrosa existencia.
Extinction
es una película estimable que, eso sí, queda lejos de la excelencia de La
Carretera (John Hillcoat, 2009) film basado en la magistral novela de
Cormac McCarthy con la que guarda algunos puntos en común (estéticos,
narrativos, el abismo de desolación de los personajes y la penosa carga
existencial que soportan) con la novela de Garduño y con esta adaptación
cinematográfica de Vivas. El cinéfilo más observador encontrará algún guiño a
la sublime La Cosa (John Carpenter, 1982), aunque el arco dramático no
genera nunca situaciones verdaderamente emotivas, en parte por ciertos aspectos
inconsistentes del guión y en parte por el insípido trabajo de Matthew Fox
frente a la mayor solidez de Jeffrey Donovan y la doliente languidez de Quinn
McColgan. Frente a ellos la figura del infectado o zombi como amenaza de un
mundo en extinción, donde el hombre es, una vez más, un lobo para el hombre que
acecha y ataca sólo en puntuales momentos de la trama. La función está lejos de ser redonda aunque los 1´2 millones de euros
invertidos lucen muy bien, pero faltan explicaciones sobre esa pandemia desatada
por el uso de las armas químicas, sobran escenas soporíferas que ralentizan la
narración y el drama familiar acaba perdiendo fuerza a favor de un clima
asfixiante y la soberbia luz que nos brinda ese mago de la fotografía llamado
Josu Inchaustegui.
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