Internet y la puerta al más allá
ELIMINADO êêê
DIRECTOR: LEVAN GABRIADZE.
INTÉRPRETES: SHELLEY HENNING, MOSES JACOB STORM, CAL
BARNES, HATHER SOSSAMAN, CAL BARNES, COURTNEY HALVERSON, MATTHEW BOHRER.
GÉNERO:
CIBERTERROR / EE.UU / 2014 DURACIÓN: 82 MINUTOS.
Mucho ha llovido
desde que John Badham dirigiera aquella película pionera sobre el potencial de
la red titulada Juegos de Guerra (1983), cinta que nos presentaba a un friki
informático adolescente que armaba un auténtico caos accediendo con su
computadora al Departamento Nuclear de los Estados Unidos. Otras películas como
La
Red (Irwing Winkler, 1995) en donde Sandra Bullock descubría una trama
de corrupción que ponía su vida en peligro o Conspiración en la red (Peter
Howitt, 1995) resultaron inspiradoras para que el género de terror encontrara
un amplio campo para el desarrollo en el ciberespacio y las nuevas formas
tecnológicas de comunicación. Films como Terror en la red (John Pieplow,
1998) sobre las misteriosas desapariciones de unos jóvenes relacionadas con
unos chats de internet; Kairo, la cinta del japonés Kiyoshi
Kurosawa que nos introducía en una siniestra web; hasta la más reciente Open
Windows (Nacho Vigalondo, 2014) en donde Elijah Wood gana en un
concurso on-line una cena con una actriz famosa, la bella Sasha Grey, a la que
espiará desde su portátil, consiguieron dar un nuevo giro a un género
fosilizado y necesitado de adaptarse a los nuevos tiempos.
Ha pasado un año
desde que Laura Barns (Heather
Sossaman) se quitó la vida como consecuencia de un vídeo publicado en la red en
el que aparecía borracha y habiéndose defecado encima. Su mejor amiga, Blair Lilly (Shelley Henning) trata de
superar su muerte en compañía de su novio, Mitch
(Moses Jacob Storm). Una noche, mientras se hallan reunidos en una inocente
sesión de Skype, un misterioso contacto entabla conversación con ellos sin que
exista ninguna forma de expulsarlo del programa. Avanzada la noche, unos
sucesos extraños acontecen en el entorno del grupo de amigos y Blair comienza a
recibir crípticos mensajes en las redes sociales que la hacen creer que se
trata de su malograda amiga Laura, que busca venganza desde el más allá a
través de la tecnología. Así, lo que parecía una rutinaria sesión de chat se
irá convirtiendo en la última experiencia de sus vidas.
Fusionar el
slasher y el Skype no parecía una empresa fácil, pero al director Levan Gabriadze le ha salido bien el
invento, y eso que me albergaban serias dudas desde que tuve noticias de que
todo el film se desarrollaba en la pantalla de un ordenador. Eliminado
tiene su punto de originalidad, cierto toque de modernidad y, por supuesto, sus
limitaciones. Una premisa que tiene su origen en una reunión grupal a través de
Skype interrumpida por un ser desconocido que se presenta como una chica que se
suicidó un año antes tras haber sufrido una campaña de ciberacoso al publicarse
un vídeo en el que aparecía en un estado lamentable, ofrece el juego suficiente
para generar un clima de verdadera tensión sin la necesidad de que la
protagonista se mueva de la silla que tiene frente al ordenador, obligando al
espectador a especular sobre quién será la próxima víctima. Skype, Spotify, Facebook, Instagram,
Youtube juegan un papel decisivo en el suspense y el crescendo dramático de la
acción, y el peligro de ese ojo de cíclope que es la webcam, sin saber quién
está al otro lado y con qué aviesas intenciones, puede acabar dinamitando esa
falsa intimidad de la que creemos disfrutar.
El guionista Nelson Greaves y el
director Levan Gabriadze se muestran contenidos, sin arriesgar demasiado en el
escaparate gore buscando una calificación admisible para un amplio segmento del
público (imaginamos lo que podría haber hecho con algo así Lucio Fulci o Dario
Argento), de ahí que los típicos ruidos digitales y los pixelados difuminen el
muestrario de la carnicería. Aun así, y dentro de la previsible progresión de
la trama, el director georgiano demuestra la suficiente pericia utilizando con
precisión los escasos medios de que dispone (el film ha contado con un
presupuesto de sólo un millón de dólares) para sacar provecho de cada
situación, haciendo tangible ese terror virtual que esconde las verdaderas
identidades en un icono de perfil sin foto o con una más falsa que un dólar de
chocolate.
Con un
limitadísimo metraje, Eliminado es una historia de
venganza, y aunque parecía inevitable, agradecemos a sus responsables que no
abusen de los efectos de sonido y de otros manidos trucos o artificios,
manteniendo el foco sobre los participantes del videochat, con el talento
suficiente para dejar a los personajes y el público con la duda inicial de si
se trata de una broma, de un hacker con pérfidas intenciones, o como es el
caso, de una presencia fantasmagórica. La
alerta y reflexión sobre el acoso
escolar y el ciberacoso, la invasión de la intimidad en la red, la difusión de
contenidos no deseados y la impunidad para cometer delitos a través de internet
se impone como una pedagogía necesaria en un universo donde todo queda
registrado y hasta los niños padecen una dependencia crónica de las nuevas
tecnologías; la insensatez con que algunos adolescentes manejan este campo
puede acabar pasando trágicas facturas. Porque el terror puede encontrar sus
parajes más tenebrosos en la red, en donde millones de personas pueden
deleitarse con un vídeo en donde se somete a una chica a una humillación extrema.
Cosas de la condición humana.
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