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lunes, 20 de julio de 2015

CRÍTICA: ELIMINADO"

Internet y la puerta al más allá
ELIMINADO êêê
DIRECTOR: LEVAN GABRIADZE.
INTÉRPRETES: SHELLEY HENNING, MOSES JACOB STORM, CAL BARNES, HATHER SOSSAMAN, CAL BARNES, COURTNEY HALVERSON, MATTHEW BOHRER.
GÉNERO: CIBERTERROR / EE.UU / 2014  DURACIÓN: 82 MINUTOS.   
       
         
      Mucho ha llovido desde que John Badham dirigiera aquella película pionera sobre el potencial de la red titulada Juegos de Guerra (1983), cinta que nos presentaba a un friki informático adolescente que armaba un auténtico caos accediendo con su computadora al Departamento Nuclear de los Estados Unidos. Otras películas como La Red (Irwing Winkler, 1995) en donde Sandra Bullock descubría una trama de corrupción que ponía su vida en peligro o Conspiración en la red (Peter Howitt, 1995) resultaron inspiradoras para que el género de terror encontrara un amplio campo para el desarrollo en el ciberespacio y las nuevas formas tecnológicas de comunicación. Films como Terror en la red (John Pieplow, 1998) sobre las misteriosas desapariciones de unos jóvenes relacionadas con unos chats de internet; Kairo, la cinta del japonés Kiyoshi Kurosawa que nos introducía en una siniestra web; hasta la más reciente Open Windows (Nacho Vigalondo, 2014) en donde Elijah Wood gana en un concurso on-line una cena con una actriz famosa, la bella Sasha Grey, a la que espiará desde su portátil, consiguieron dar un nuevo giro a un género fosilizado y necesitado de adaptarse a los nuevos tiempos.

     
     Ha pasado un año desde que Laura Barns (Heather Sossaman) se quitó la vida como consecuencia de un vídeo publicado en la red en el que aparecía borracha y habiéndose defecado encima. Su mejor amiga, Blair Lilly (Shelley Henning) trata de superar su muerte en compañía de su novio, Mitch (Moses Jacob Storm). Una noche, mientras se hallan reunidos en una inocente sesión de Skype, un misterioso contacto entabla conversación con ellos sin que exista ninguna forma de expulsarlo del programa. Avanzada la noche, unos sucesos extraños acontecen en el entorno del grupo de amigos y Blair comienza a recibir crípticos mensajes en las redes sociales que la hacen creer que se trata de su malograda amiga Laura, que busca venganza desde el más allá a través de la tecnología. Así, lo que parecía una rutinaria sesión de chat se irá convirtiendo en la última experiencia de sus vidas.
     

      
      Fusionar el slasher y el Skype no parecía una empresa fácil, pero al director Levan Gabriadze le ha salido bien el invento, y eso que me albergaban serias dudas desde que tuve noticias de que todo el film se desarrollaba en la pantalla de un ordenador. Eliminado tiene su punto de originalidad, cierto toque de modernidad y, por supuesto, sus limitaciones. Una premisa que tiene su origen en una reunión grupal a través de Skype interrumpida por un ser desconocido que se presenta como una chica que se suicidó un año antes tras haber sufrido una campaña de ciberacoso al publicarse un vídeo en el que aparecía en un estado lamentable, ofrece el juego suficiente para generar un clima de verdadera tensión sin la necesidad de que la protagonista se mueva de la silla que tiene frente al ordenador, obligando al espectador a especular sobre quién será la próxima víctima. Skype, Spotify, Facebook, Instagram, Youtube juegan un papel decisivo en el suspense y el crescendo dramático de la acción, y el peligro de ese ojo de cíclope que es la webcam, sin saber quién está al otro lado y con qué aviesas intenciones, puede acabar dinamitando esa falsa intimidad de la que creemos disfrutar.


        El guionista Nelson Greaves y el director Levan Gabriadze se muestran contenidos, sin arriesgar demasiado en el escaparate gore buscando una calificación admisible para un amplio segmento del público (imaginamos lo que podría haber hecho con algo así Lucio Fulci o Dario Argento), de ahí que los típicos ruidos digitales y los pixelados difuminen el muestrario de la carnicería. Aun así, y dentro de la previsible progresión de la trama, el director georgiano demuestra la suficiente pericia utilizando con precisión los escasos medios de que dispone (el film ha contado con un presupuesto de sólo un millón de dólares) para sacar provecho de cada situación, haciendo tangible ese terror virtual que esconde las verdaderas identidades en un icono de perfil sin foto o con una más falsa que un dólar de chocolate.

       
      Con un limitadísimo metraje, Eliminado es una historia de venganza, y aunque parecía inevitable, agradecemos a sus responsables que no abusen de los efectos de sonido y de otros manidos trucos o artificios, manteniendo el foco sobre los participantes del videochat, con el talento suficiente para dejar a los personajes y el público con la duda inicial de si se trata de una broma, de un hacker con pérfidas intenciones, o como es el caso, de una presencia fantasmagórica. La alerta  y reflexión sobre el acoso escolar y el ciberacoso, la invasión de la intimidad en la red, la difusión de contenidos no deseados y la impunidad para cometer delitos a través de internet se impone como una pedagogía necesaria en un universo donde todo queda registrado y hasta los niños padecen una dependencia crónica de las nuevas tecnologías; la insensatez con que algunos adolescentes manejan este campo puede acabar pasando trágicas facturas. Porque el terror puede encontrar sus parajes más tenebrosos en la red, en donde millones de personas pueden deleitarse con un vídeo en donde se somete a una chica a una humillación extrema. Cosas de la condición humana.
       

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