LA MIRADA DE ULISES
(LE REGARD D’ULYSSE)
Drama - Grecia-Francia-Italia,
1995 - 177 Minutos.
DIRECTOR: THEO ANGELOPOULOS.
INTÉRPRETES: HARVEY KEITEL, MAIA
MORGENSTERN, ERLAND JOSEPHSON, THANASSIS VENGOS.
El director ateniense Theo Angelopoulos
está considerado un maestro del cine griego, emigró a París para, entre otras
cosas, estudiar cine en el Centro de Estudios Cinematográficos de la capital
francesa. Tras realizar un prestigioso cortometraje y después del golpe de los
coroneles rueda su primer largo, Anaparastassi (1970), en el que muestra
ya su peculiar estilo donde la cámara se convierte en instrumento estático para
su mirada eterna y contemplativa. A pesar de que sus films obtienen premios en
varios certámenes europeos, su obra sigue siendo para minorías y
desgraciadamente en nuestro país pocos títulos de este autor han sido
estrenado comercialmente. Sí lo fue La
eternidad y un día (1998) ganadora de la Palma de Oro del Festival de
Cannes que ha contado de nuevo con el fervor de la crítica especializada... y
con la indiferencia general del público.
A (Harvey Keitel) es un director de cine
griego exiliado en Estados Unidos que regresa a su tierra después de varias
décadas de ausencia. La excusa es la proyección de una de sus películas, aunque
a él lo que más le interesa es encontrar tres rollos de negativos de películas
que unos hermanos habían rodado a principios de siglo, y que se encuentran en
la filmoteca de un Sarajevo en pleno conflicto bélico. Necesita estos rollos pues está preparando un documental
sobre estos hermanos que fueron pioneros del cine griego y viajaron por los
países balcánicos con las primeras luces del siglo filmando a gente corriente,
es decir, trabajadores, artesanos, etc.
Resulta La mirada de Ulises, como
toda la obra de Angelopoulos, difícil de sintonizar con el gran público, sobre
todo con los amantes del cine de acción, sin embargo es un relato hermoso,
emocionante, lleno de sensibilidad y sincero, de gran lirismo y tristeza, de
imágenes fijas hasta las lágrimas. Así, A va cruzando países como pasajes de
una Europa de posguerra, irreconocible, de ídolos caídos y símbolos rotos, de
ciudades míseras y desoladas. Angelopoulos logra captar la percepción
nostálgica de este recorrido apasionante, un mundo sin luz, devastado y gris,
personas desastradas con historias de dolor y jirones de sufrimiento, luto en
la nieve, soledades compartidas, noches de insomnio y la quietud rota por los
disparos de una guerra cainita. Tiene el cineasta exiliado conciencia de que
sus recuerdos se ahogan en un pozo de amargura existencial, goza fugazmente del
amor y busca en medio del caos y la destrucción imágenes que le devuelvan la fe
y la esperanza, la primera mirada inocente y limpia, imposible ya de
contaminar.
Los larguísimos planos-secuencia, habituales en Angelopoulos,
emotivos y de gran belleza, requieren la complicidad del espectador, recoger el
momento para insistir en la memoria. Poco más de setenta planos son suficientes
para crear una obra épica sobre el peregrinaje de un hombre que necesita
encontrar un destello de luz diáfana para preguntarse si está todo perdido.
Magistral, Angelopoulos no sólo tiene mi respeto también mi absoluta
admiración. A destacar la soberbia actuación de Harvey Keitel, uno de los mejores
intérpretes de las cuatro últimas décadas. La película obtuvo el Gran Premio del
Jurado en el Festival de Cannes’95 y el Fipresci de la Crítica
Internacional.
Hace años empecé a verla y no pude terminarla por razones que no tienen que ver con su ritmo más bien moroso y sí con una cita para cenar con la que ahora es mi mujer.
ResponderEliminarAsí, pues, es una de mis asignaturas pendientes.
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn este caso no se puede decir que la cita fuera inoportuna y "Asignatura pendiente" es el título de una melancólica película de José Luis Garci. Siempre estarás a tiempo de recuperar esta historia triste y lírica sobre la angustia existencial, personalidades escindidas, ídolos rotos y almas devastadas.
ResponderEliminarUn abrazo, no sé que pasa que el comentario ha salido repetido, de ahí que lo haya eliminado, voy a averiguar por qué.