De la épica, el sacrificio y la esperanza
INTERSTELLAR êêêê
DIRECTOR: CHRISTOPHER NOLAN.
INTÉRPRETES: MATTHEW
MCCONAUGHEY, ANNE HATHAWAY, JESSICA CHASTAIN, BILL IRWIN, JOHN LITHGOW, CASEY
AFFLECK.
GÉNERO: CIENCIA-FICCIÓN /EE. UU. / 2014 DURACIÓN: 169 MINUTOS.
Digan lo que digan algunos teóricos
autoinvestidos catedráticos de este maravilloso arte llamado cine, cada
película de Christopher Nolan se
convierte en todo un acontecimiento para celebrar que levanta una expectación
inusitada entre la fauna cinéfila a la que casi nunca defrauda. A Nolan no se
le perdona el extraordinario éxito obtenido con su trilogía sobre Batman
y Origen,
de ahí que sus rencorosos detractores tengan la desfachatez de discutir el
talento de un director que con estilo propio y una originalísima filmografía
compuesta por nueve películas (entre ellas un par de obras maestras) nos da la
sensación de que tiene que empezar de cero con cada nueva apuesta. Pero Nolan,
a diferencia de algunos “autores” a los que adoran esa parte de la crítica que
se la coge con papel de fumar y nunca ofrece respuestas satisfactorias para sus
desvaríos, no es un fraude. Por el contrario, es de los escasos directores que,
además de crear escuela, han aportado dosis elevadísimas de emoción y dignidad
a unos géneros como el fantástico y la ciencia-ficción que estaban agonizando,
dotando al cine de entretenimiento de la introspección, el ingenio y la
seriedad del trabajo bien hecho, una labor que no necesita defensores porque la
calidad se defiende sola y hace del cine un lenguaje universal.
Interstellar nos sitúa en un futuro
distópico a causa del cambio climático y los desastres medioambientales
cometidos por el hombre. La Tierra es un planeta en ruinas donde la agricultura
se ha visto severamente afectada y el maíz se ha convertido en el único y
preciado alimento cultivable, cuestión por la que la humanidad se ve amenazada.
Unos científicos descubren un agujero de gusano (característica topológica
descrita por las ecuaciones de la relatividad general consistente esencialmente
en un “atajo” a través del espacio y el tiempo) del cual harán uso un grupo de
exploradores espaciales con la finalidad de encontrar una solución al problema.
Entre ellos está Cooper (Matthew
McConaughey), un ingeniero espacial viudo que vive retirado en una pequeña
granja con sus hijos, y la bióloga Brand (Anne Hathaway, que formando parte
del proyecto Lazarus intentarán encontrar en otro planeta los recursos para la
salvación de la vida humana.
Si 2001:
Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968) marcó el final de la
alucinante época dorada de la space ópera y Star
Wars (George Lucas, 1977) su apoteósico regreso, Gravity e Interstellar han recogido el testigo de las fantásticas odiseas
espaciales en su fundacional mito aventurero, en su dimensión romántica, humana
y poética. Nolan, como ya pasó en Origen,
nos regala un film que desata los sentidos, una maravilla audiovisual que
reclama ser vivida antes que soñada, porque no estamos sólo ante la obra de un
esteta obsesionado con la construcción de universos visuales fascinantes,
también ante el relato pasional de un cineasta sensible interesado por las
relaciones humanas, los vínculos paternofiliales y sus derivas emocionales. Como fan declarado de Nolan siempre me han interesado sus
constantes temáticas y visión del espectáculo, lo cual no resulta óbice para
señalar algunas de sus elementos invariables menos logrados: el excesivo
cálculo de sus producciones que aunque de intachable factura técnica siempre
deja algo descuidado el factor dramático y los perfiles femeninos muy
difuminados, asuntos que pueden deberse a su timidez pero que aquí los solventa
con una suficiencia digna de aplauso y que, sin perder la trascendencia, puede
ganarse la simpatía de todos los críticos que tildan su cine de frío, críptico
y cerebral. Al fin y al cabo, lo que persigue Cooper (una vez más magistral
Matthew McConauguey) embarcándose en esa
incierta odisea interestelar es la supervivencia de la humanidad porque en ello
va también la supervivencia de sus hijos, el dilema y drama desgarrador que
supone abandonar a su familia se sobrepone al sentido épico de una hazaña que
le exige embarcarse en un viaje que probablemente no tendrá retorno.
Con un guión firmado por el propio Nolan y
su hermano Jonathan en inspirado en las teorías del astrofísico Kip Thorne
sobre el “espacio continuo tiempo” y la teoría de la relatividad de Einstein, Interstellar no es la mejor película
del director británico (que para mí sigue siendo El Caballero Oscuro),
pero es una dignísima propuesta que además está muy bien narrada con la
intención de que nadie se pierda a pesar de la jerga científica y ciertas
abstracciones; cualquier espectador puede entender con facilidad una premisa
que especula con un tenebroso futuro cercano en donde una Tierra yerma y
polvorienta consumida por las plagas y el deterioro medioambiental obliga a un
legendario piloto espacial junto a científicos de la NASA a buscar soluciones
en otros planetas. En el film también podemos encontrar influencias y
resonancias de clásicos como Stargate,
Contact
o Elegidos
para la gloria, este último como ejemplo paradigmático del espíritu
nómada norteamericano. El abusivo
metraje no resulta en exceso fatigoso y algunos momentos de esos que acongojan (como
esa secuencia en la que Cooper ve vídeos sobre sus hijos), están rodadas con un
descarnado y amargo realismo, a lo que ayuda la intensa y en ocasiones
estruendosa música de Hans Zimmer. Como apuntaba anteriormente, en esta ocasión
Nolan cuida mucho más los retratos femeninos dotando de presencia y hondura a
esa nutricionista a la que da vida Jessica Chastain como futurible hija de Cooper y la bióloga encarnada por
Anne Hataway, un síntoma claro de su apuesta por los personajes en detrimento
de los abusos en los efectos especiales, que integrados en la historia aportan
un elegante look visual. Concluimos reflexionando sobre el carácter místico de
esa misión imaginando que cualquier viaje a lo desconocido puede interpretarse
como un viaje al interior de sí mismo, sobre todo si las tinieblas del apocalipsis
aportan una dosis de espiritualidad para asumir el inevitable y redentor
sacrificio y la luz de la esperanza.
"Interstellar" es un film intenso y a la vez riguroso, una pieza mayor del género de ciencia-ficción. El final está bien expuesto (quizás demasiado; siempre echo de menos el misterio de "2001: Una odisea en el espacio"), aunque abusa un poco de los "milagros", y lo digo a pesar de estar convencido de que poco o nada sabemos acerca del universo y de las paradojas espacio-temporales. Claro, partiendo de esta premisa, el argumento es inapelable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Totalmente de acuerdo, el enigma del universo es para nosotros, pobres mortales, totalmente inextricable, y las miles y diversas teorías no hacen sino hacer patente nuestra ignorancia. Pero la película es un potente entretenimiento que pone de manifiesto una verdad inapelable: el deterioro del medio ambiente tendrá consecuencias terribles en un futuro cercano. Lo que sí me ha sorprendido ha sido el mimo con que en esta ocasión trata Nolan a los personajes, síntoma de que cada día que pasa es mejor director de actores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola a todos y todas de nuevo,
ResponderEliminardespués de una larga temporada de cursos, he tenido la oportunidad de escaparme al cine con mi hermano mediano a ver esta película y por supuesto para pasarme por aquí a comentarla :P
En mi modesta opinión he de decir que he salido muy contento de la sala 1, con la grata impresión de no haber malgastado 5 € que en otras ocasiones me ha sucedido.
He de decir que este director de cine ha creado quizá sin darse cuenta una de las obras maestras del arte del cine de nuestro tiempo. Ha sabido captar perfectamente la mentalidad de supervivencia del hombre en la vida real en casos extremos (Ingenieros, matemáticos, científicos, etc...), por supuesto también los sentimientos de las personas humanas. Y no voy a hablar de lo bien documentada que está, ha día de hoy refleja perfectamente lo que se sabe sobre la relatividad, la curvatura espacio temporal, gravedad, etc...
El movimiento del film es muy equilibrado, refleja perfectamente las ilusiones, frustraciones y templanzas que se dan en los seres humanos a lo largo de toda una vida, entremezclándolos con una sencillez y belleza que no tiene comparación en ninguna película que he visto de ciencia ficción hasta el momento.
El reparto está muy ajustado y cumple perfectamente con el perfil de película, Michael Caine hace un papel extraordinario, no lo digo por que sea uno de los actores que más me gustan de la vieja escuela, sino porque sabe entrar perfectamente en el papel y sin duda lo borda.
No diré más, es una película extraordinaria, que si no hubiera visto en pantalla grande, seguramente me hubiera arrepentido.
Muy recomendable.
Besos para todas y abrazos para todos.
Bienvenido de nuevo, Oli, de acuerdo en todo lo que dices y nada más que añadir porque me remito a mi crítica. Acertado el apunte sobre Michael Caine. . Eso sí, déjate caer por aquí más a menudo, pues se te echa de menos.
ResponderEliminarUn abrazo