MELODÍA DE SEDUCCIÓN
(SEA OF LOVE)
Policíaco - USA, 1989 - 109
Minutos.
DIRECTOR: HAROLD BECKER.
INTÉRPRETES: AL PACINO, JOHN GOODMAN, ELLEN
BARKIN, MICHAEL ROOKER.
El polifacético realizador neoyorquino Harold
Becker -es además fotógrafo y publicista- estudia Historia del Arte y como
consecuencia de ello comienza a interesarse por el cine, debutando en el año
1978 con La hija del trapero, una muy interesante película no demasiado
conocida. Es con Campo de cebollas (1979) inquietante film inspirado en
hechos reales que narra el siniestro asesinato de dos policías, cuando comienza
a llegar al gran público que ve en él un cineasta con futuro. Como todas las
filmografías, la de Becker también sufre tremendos altibajos y hasta Melodia
de seducción no vuelve a recuperar el talento que a finales de los setenta
prometía. Falsa identidad (2002), por ejemplo, es un zarrapastroso thriller
protagonizado por John Travolta y Vince Vaughn.
Sea of love es un magistral film policíaco a costa de la investigación de una serie de asesinatos llevada a cabo por el veterano policía de Nueva York Frank Keller (Al Pacino) un hombre divorciado que anda un poco desorientado en su trabajo. Tras la aparición de varios cadáveres, la policía sólo cuenta con una pista: la cita para los asesinatos se realiza a través de anuncios de contactos en periódicos y revistas. Para la investigación, Keller cuenta con la ayuda de otro compañero, Sherman (John Goodman). Después de recibir el visto bueno de sus superiores, trazan un plan para atrapar a la asesina -sospechan que es una mujer- y deciden insertar sus propios anuncios en los periódicos. Cuando llevan realizadas un buen número de entrevistas, el anuncio es contestado por Hellen (Ellen Barkin) que se convierte, por un cúmulo de circunstancias, en la principal sospechosa. Con lo que no contaba Keller era con enamorarse de ella, por lo que su relación está marcada por el temor, la atracción, la desconfianza y el deseo.
Sea of love es un magistral film policíaco a costa de la investigación de una serie de asesinatos llevada a cabo por el veterano policía de Nueva York Frank Keller (Al Pacino) un hombre divorciado que anda un poco desorientado en su trabajo. Tras la aparición de varios cadáveres, la policía sólo cuenta con una pista: la cita para los asesinatos se realiza a través de anuncios de contactos en periódicos y revistas. Para la investigación, Keller cuenta con la ayuda de otro compañero, Sherman (John Goodman). Después de recibir el visto bueno de sus superiores, trazan un plan para atrapar a la asesina -sospechan que es una mujer- y deciden insertar sus propios anuncios en los periódicos. Cuando llevan realizadas un buen número de entrevistas, el anuncio es contestado por Hellen (Ellen Barkin) que se convierte, por un cúmulo de circunstancias, en la principal sospechosa. Con lo que no contaba Keller era con enamorarse de ella, por lo que su relación está marcada por el temor, la atracción, la desconfianza y el deseo.
Melodía de seducción comienza de manera antológica
con unos magníficos planos nocturnos de la isla de Manhattan, a continuación,
mediante un barrido de cámara desde un coche, vamos recorriendo las peligrosas
calles de una ciudad entre el ajetreo urbano. A través de una ventana la cámara
nos introduce en el interior de un apartamento donde está a punto de cometerse
un asesinato, la melosa y suave canción de Phil Phillips “Sea of love”
sirve de ambientación musical desde un tocadiscos situado en un rincón del
apartamento. Un sobresaliente guión del conocido novelista Richard Price es la
base de este espléndido thriller que, con una lujosa puesta en escena,
el gran trabajo de los actores en el dibujo de los personajes, la insinuante
música creada por Trevor Jones, la incertidumbre y la tensión, que se alarga
hasta el final, un eficaz ritmo narrativo y algunos toques de humor generados,
evidentemente, por las situaciones casi kafkianas que se producen en la curiosa
relación entre el policía y la principal sospechosa del caso que investiga,
hacen de esta producción dirigida con notable eficacia y buen pulso por Harold
Becker, una de las mejores muestras del género de los últimos años, que gana,
además, con cada visionado.
Un contenido Al Pacino consigue una de las mejores
interpretaciones de su carrera con el perfecto retrato del policía cansado y
desilusionado, fenomenal actuación que no hace sino confirmar el talento de
Becker como gran director de actores, lástima que no haya vuelto a rayar a
tanta altura desde entonces. A destacar también el estilizado cuerpo de la
resultona Ellen Barkin en el primer y tórrido encuentro sexual con Al. Cuando
caen lentamente los títulos de crédito finales volvemos a escuchar “Mar de
amor”, esta vez con la desgarrada voz de Tom Waits.
El film relanzó la carrera de Al Pacino después del fiasco de "Revolución". Un abrazo.
ResponderEliminarCierto... y le condujo a protagonizar ese pestiño absolutamente indigesto titulado "El Padrino III". Tendré que investigar qué ha sido de Ellen Barkin, una actriz que siempre me dio mucho morbo y que trabajó varias veces con Mickey Rourke (Johnny El Guapo, Diner).
EliminarUn abrazo
Hola Pedro, que tal? Excelente película, Al Pacino y Ellen Barkin estan impresionantes; no la he vuelto a ver desde su estreno, pero recuerdo que en algunas escenas ella se hacía dueña y señora de la situación y materialmente (o literalmente) se lo comía. También recuerdo un comentario de Imanol Arias en una entrevista en la que decía impresionado por el trabajo de Al Pacino que con esta película había cambiado,era otro, utilizaba registros que hasta ahora no se los había visto. No sé, supongo que algo tendría que ver el parón en el cine más largo de su carrera: estuvo 4 años sin aparecer en ninguna película enfrascado en proyectos teatrales.
ResponderEliminarMuy buena la reseña, te dan ganas de volverla a ver otra vez.
Un abrazo.
Bienvenido, amigo. Claro que harías bien en volver a verla, yo la he visto una decena de veces desde su estreno. No conocía esas declaraciones de Imanol Arias, pero estoy de acuerdo en que algo tuvo que ver este film para que las constantes interpretativas de Pacino se ampliaran en un amplio abanico de matices que alcanzó su zenit en "Heat". Ellen Barkin representó, para muchos jóvenes -y no tan jóvenes- aficionados una musa inspiradora de explosiones espermáticas, como Jessica Lange, que en "El cartero siempre llama dos veces", me tuvo absolutamente viciado tocando la zambomba. En cualquier caso, el film tiene muchos alicientes, está el incombustible John Goodman y Michael Rooker, que muy poco después protagonizaría otra de mis pelis favoritas, "Henry, retrato de un asesino en serie".
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, que ahora agradezco más, ya que este blog, que comenzó como un simple pasatiempo, ha logrado superar las 2000 visitas diarias.
Un abrazo