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domingo, 2 de marzo de 2014

MIS PELÍCULAS FAVORITAS: "LA PROMESA"

LA PROMESA
(LA PROMESSE)
Drama - Bélgica-Francia, 1996 - 97 Minutos.
DIRECTOR: LUC Y JEAN-PIERRE DARDENNE.
INTÉRPRETES: JÉRÉMIE RÉNIER, OLIVIER GOURMET, ASSITA OUEDRAOGO, RASMANÉ OUEDRAOGO.

    A pesar de contar con gran experiencia y cierto prestigio como documentalistas, campo en el que cuentan con una obra extensa, los hermanos belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne se dan a conocer en nuestro país con esta película, puesto que ninguno de sus tres largometrajes anteriores de ficción han sido estrenados en nuestras pantallas. Con Rosetta (1999) Palma de Oro en el Festival de Cannes, se afianzan como la pareja de directores actuales más interesantes del cine europeo. El hijo (2002) es un duro relato basado en un luctuoso suceso real. Con L’enfant (2005) consiguieron un hito reservado para muy pocos, ganar su segunda Palma de Oro en Cannes, un premio que, cómo no, ha dividido a la crítica.
    
      Los Dardenne logran la que es para mí su mejor película con La promesa, que narra la historia de Igor (Jérémie Rénier) un adolescente que trabaja como aprendiz de mecánico en una pequeña estación de servicio y que además ayuda a su padre, Roger (Olivier Gourmet) en una red de trabajadores clandestinos. Un día un trabajador negro, Hamidou, sufre una caída mortal desde lo alto de un andamio, pero antes de morir el trabajador arranca una promesa a Igor, la cual consiste en que se haga cargo del cuidado de su esposa y su bebé. El cadáver de Hamidou es enterrado por Roger sin tan siquiera contarle a su esposa lo sucedido, la engaña diciendo que ha desaparecido a causa de las deudas. Para Igor, la promesa supone una quiebra en la relación afectiva con su padre, pues el joven intentará por todos los medios cumplir su palabra.

    
      Es éste un film hermoso y triste que golpea la conciencia y el corazón, filmado cámara en mano consigue el toque natural y documentalista que los cineastas belgas persiguen. Las condiciones infrahumanas en las que los emigrantes ilegales malviven y trabajan, la insoportable angustia de estar encerrados o vivir a salto de mata huyendo de los inspectores de trabajo, tener que soportar el desprecio, la humillación y el racismo, son razones más que suficientes para preguntarnos qué clase de mundo estamos creando, qué modelo de sociedad desarrollada y del bienestar es ésta que asume y acepta que situaciones de este tipo se estén produciendo a la vuelta de la esquina. 

       El sufrimiento queda bien definido en el film, también el frío, el temor, el abandono, la fiebre del bebé, la pena en los ojos de la madre, cualquier escena, situación o simple gesto sirve como honda y desesperanzadora reflexión en esta obra necesaria. Se me antoja que estaremos eternamente condenados a pagar por lo que no hacemos, por lo que no evitamos, por nuestra pasividad cobarde y mezquina. Los Dardenne incitan a la culpa y lo hacen desde una lógica neorrealista (la xenofobia, los prejuicios, las ilusiones truncadas, el paro, la inadaptación) lo logran levantando el telón de fondo esa Europa blanca insolidaria, segregacionista, intolerante y sin escrúpulos, falsamente unida, con mil fronteras, sin oportunidades, lo hacen sobre el doloroso deambular de Assita, una mujer negra con su hijo y un lazarillo de cabellos rubios como un ángel, y exponen para nuestra vergüenza el espejo deformante en donde se refleja con nitidez nuestras miserias morales. La puesta en escena, con la crudeza de una realidad transparente, actores la mayoría desconocidos, escenarios tan comunes como universales, la expresión ideológica lejos de convencionalismos comerciales, un guión compacto y equilibrado... la muda caída de los títulos de crédito tras la trágica revelación, nos sumerge en la meditación, nos llena de impresiones sobre un film que es, ante todo, una experiencia angustiosa con resultados demoledores. La película gano la Espiga de Oro en el Festival de Valladolid y el Premio Fipresci de la Crítica Internacional.  

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