martes, 5 de mayo de 2015

MIS PELÍCULAS FAVORITAS: "LA LEY DEL SILENCIO"

LA LEY DEL SILENCIO
(ON THE WATERFRONT)
Drama Social - USA, 1954 - 103 Minutos.
DIRECTOR: ELIA KAZAN.
INTÉRPRETES: MARLON BRANDO, EVA MARIE SAINT, ROD STEIGER, J. LEE. COBB, KARL MALDEN.


       Elia Kazan (Estambul, 1909 - Nueva York, 2003) emigra a Estados Unidos en los primeros años de la segunda década del pasado siglo. Tras graduarse en Arte Dramático por la Universidad de Yale, entra a formar parte del famoso Group Theatre de Lee Strasberg, convirtiéndose en un prestigioso director teatral. En 1947 es uno de los miembros fundacionales del Actor’s Studio de Nuva York, en donde sus métodos de enseñanza tendrán una clara influencia en la nueva corriente interpretativa de una joven generación de actores. Proyecta junto a Strasberg a figuras tan emblemáticas de la pantalla grande como Marlon Brando, Paul Newman, James Dean, Montgomery Clift. Acusado de comunista y presionado por la Cámara de Representantes sobre Actividades Antiamericanas (HUAC), denuncia a sus antiguos camaradas del PCA, como consecuencia de ello su reputación se verá seriamente dañada, pero como para demostrar su gran talento -algo que nadie había puesto en duda- es a partir de entonces cuando rueda las mejores películas de su prolífica carrera. Entre lo más granado de su filmografía destacan: Un tranvía llamado deseo (1951), ¡Viva Zapata! (1952), Al este del edén (1955), Baby doll (1956), América, América (1963), Los visitantes (1972).
    
        
         Basada en la novela de Budd Schulberg adaptada por él mismo, La ley del silencio nos cuenta la historia de Terry Malloy (Marlon Brando) un joven obrero portuario que se enfrenta al poder y la fuerza que supone el mafioso sindicato de estibadores, una organización controlada por un hampón sin escrúpulos (J. Lee Cobb). El hermano mayor de Terry (Rod Steiger) es miembro de dicha organización, lo que le obliga a mantener una lucha interior entre la lealtad al sindicato y su amor a la familia. La vida de los trabajadores está controlada por el jefe mafioso, Terry intentará, prácticamente en solitario, que la situación cambie.
    
    
     Rodada tras la panfletaria y maniquea Fugitivos del terror rojo (1953) un torpe alegato anticomunista, On the waterfront se presenta como un vehículo más -el mejor a su alcance- para que Kazan se autojustifique por su postura -realmente repugnante- en la tristemente famosa caza de brujas emprendida desde Washington en 1947, pero si perdemos de vista esta perspectiva y nos centramos en lo que verdaderamente nos importa, sus valores artísticos, todos llegaremos a la conclusión de que estamos ante una película genial, con escenas de una enorme carga emotiva. Un trabajo para el que el director vuelve a contar con Brando, que nos regala una vez más una actuación memorable. Si en ¡Viva Zapata! el realizador nos envía un mensaje sobre la corrupción que genera el poder, La ley del silencio se nos presenta como una clara apología de la delación y los motivos humanos que en último término la pueden justificar. Terry Malloy, un joven rebelde hastiado y desilusionado -“yo podía haber sido un buen boxeador”, le confiesa a su hermano con gran tristeza y frustración- ofrece el engranaje perfecto sobre el que Elia Kazan articula su mensaje de denuncia sociopolítica. Terry sabe contra quien lucha, a quien desafía, busca justicia, acabar con la explotación, pero es consciente de que está solo, lo que hace su enfrentamiento más épico, su lucha más dramática. El cineasta, con una tendencia evidente para dotar a sus relatos de un tono elegíaco y de revestir a sus intrépidos protagonistas de un aura conceptual, consigue que -a pesar de su calculado efectismo- la historia sea creíble, en parte por su buen trabajo en la dirección de actores y en parte por su ya característica sobriedad.


    En La ley del silencio todo está en su sitio; el sacerdote, al lado del oprimido; el jefe opresor, intentando mantener su poder por encima de todo; la chica -una candida Eva Marie Saint- honrada y humilde se enamora del héroe; el hermano mayor le puede la fuerza de la sangre y busca proteger a su hermano; los obreros oprimidos y asustados, temerosos de las represalias; y Terry, un hombre condenado a entrar en acción y tomar decisiones cuyos efectos serán demoledores. El orden lógico para unas piezas que se mueven por un laberinto lleno de trampas. El film ganó 8 Oscars de Hollywood, incluidos los de Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Actriz Secundaria y Mejor Guión.



4 comentarios:

  1. La interpretación de Brando es espléndida y la película todo un clásico, lo mejor que dirigió Kazan, con permiso de "Esplendor en la hierba".

    Un abrazo.

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  2. Estoy contigo, Ricard, esta película marcó, junto con "Marcado por el odio" (Robert Wise, 1956) un antes y un después en los modos, recursos y matices de la interpretación. Hasta tal punto que su influencia se deja notar aún hoy. El gran talento actoral y el corpus dramático y emocional de la función nos ha dejado varias de las mejores -y más imitadas- secuencias de la historia del cine. Brando se se hizo grande y el cine alcanzó una sublime dimensión lírica. Una obra maestra absoluta.

    Por cierto, si algún día te apetece, puedes darle una oportunidad a "Los Visitantes" (1972), una de las películas menos conocidas de Kazan y una de las primeras en tratar los estragos que la guerra de Vietnam dejó en los soldados que regresaron. Un film verdaderamente claustrofóbico.

    Un abrazo.

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  3. Estoy contigo, Ricard, esta película marcó, junto con "Marcado por el odio" (Robert Wise, 1956) un antes y un después en los modos, recursos y matices de la interpretación. Hasta tal punto que su influencia se deja notar aún hoy. El gran talento actoral y el corpus dramático y emocional de la función nos ha dejado varias de las mejores -y más imitadas- secuencias de la historia del cine. Brando se se hizo grande y el cine alcanzó una sublime dimensión lírica. Una obra maestra absoluta.

    Por cierto, si algún día te apetece, puedes darle una oportunidad a "Los Visitantes" (1972), una de las películas menos conocidas de Kazan y una de las primeras en tratar los estragos que la guerra de Vietnam dejó en los soldados que regresaron. Un film verdaderamente claustrofóbico.

    Un abrazo.

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  4. Hala, otra vez sale repetido mi comentario, pues ahí se queda, no tengo ganas de borrarlo.

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