domingo, 3 de mayo de 2015

CRÍTICA: "VENGADORES: LA ERA DE ULTRÓN"

Sobrecarga de personajes
VENGADORES: LA ERA DE ULTRÓN êêê
DIRECTOR: JOSS WHEDON.
INTÉRPRETES: ROBERT DOWNEY JR., CHRIS EVANS, CHRIS HENSWORTH, SCARLETT JOHANSSON, JEREMY RENNER, MARK RIFFALO.
GÉNERO: FANTÁSTICO / EE.UU. / 2015  DURACIÓN: 141 MINUTOS.    
         
      
         Es más que probable que el competente director Joss Whedon se haya despedido de la saga con esta aparatosa secuela más cercana a Transformers que a la esencia original de la franquicia de la Marvel, lo que no evitará que obtenga una monstruosa recaudación en su exhibición por todo el mundo (recordemos que Los Vengadores, también dirigida por Whedon en 2012, recaudó más de 1.200 millones de dólares partiendo de un presupuesto de 220). El visionado de este artefacto siempre puede ser un refugio para evadirse durante dos horas y media de las miserias cotidianas que nos rodean, y aún así, se me antoja una película innecesaria que no aporta nada nuevo. Vengadores: La era de Ultrón se ve penalizada por un guión poco imaginativo que lo fía todo al ruido  y a una acción desaforada que no siempre cumple las expectativas.
     

       En el film comprobamos cómo todo marcha sobre ruedas para los superhéroes tras haber desbaratado los planes de Hydra. Cuando Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.) intenta reactivar un programa caído en desuso cuyo objetivo es mantener la paz, las cosas empiezan a torcerse y los superhéroes más famosos de la Tierra, incluyendo el propio Iron Man, Capitán América (Chris Evans), Thor (Chris Hensworth), El Increíble Hulk (Mark Ruffalo), La Viúda Negra (Scarlett Johansson) y Ojo de Halcón (Jeremy Renner) tendrán que enfrentarse a la prueba definitiva cuando el destino del planeta se ponga en juego. Pues cuando el villano Ultrón, un robot casi indestructible, haga su presencia, Los Vengadores tendrán que detener sus temibles planes que incluyen una amenaza de exterminio total para la raza humana.
       
      
       Como en la anterior entrega dirigida por Whedon, el espectáculo cuenta con un gran diseño de producción y puede ser disfrutado de manera desprejuiciada por un público palomitero que busca su dosis de entretenimiento semanal y también por los incondicionales de la saga. No obstante, pocos elementos novedosos se nos aparecen como reseñables, más allá de la acumulación de set pieces de acción estilizada, nos encontramos con la cómica verborrea filosófica de un villano al que se pretende dotar de un aura enigmática e inteligente y que se sitúa varios galgos por delante del vapuleado Loki. Como era de esperar, cada superhéroe cuenta con su particular escena para el lucimiento, secuencias que se reparten de forma equitativa pero que no siempre arrojan los mismos resultados, aunque en esta ocasión se haya querido otorgar un mayor protagonismo la Vida Negra y Ojo de Halcón, personajes muy secundarios en la anterior entrega. El problema de las montañas rusas es que nos enseñan siempre el mismo paisaje, el de una batalla épica en donde el equipo de Vengadores se enfrenta siempre a algún fenómeno con planes altamente explosivos, y aquí es donde aparece Ultrón: un robot con inteligencia artificial creado por el propio Tony Stark que se convierte en lo más sobresaliente de la función y cuya voz y gestualidad corresponden a James Spader, aportando más matices que cualquiera de los superhéroes.



           Aunque resulta curioso el devaneo amoroso entre la Vida Negra y Hulk como un guiño romántico a los seres humanos que se esconden detrás de los arquetípicos personajes (Natasha y Bruce), Whedon acierta al retratar al heterogéneo grupo de Vengadores con un aire de desarraigo, asaltados por sus respectivos traumas y esclavos de sus lealtades y debilidades, cuestión que, como es de suponer, nunca acaba por romper el férreo vínculo que les une para luchar contra todo tipo de amenazas. En la trama, eso sí, advertimos una premura y aceleración que juega en contra del más básico concepto narrativo (la creación de Ultrón se resuelve en apenas dos pinceladas), pues sabido es que la eficacia visual contentará a su incontable legión de fans, y esa pelea que mantienen algunos superhéroes entre ellos, se nos antoja una excusa para una nueva exhibición de sus poderes y su ilimitada capacidad de destrucción, en lugar de, como hubiera sido deseable, un ejercicio de catarsis a través de sus laberintos emocionales. Vengadores: la Era de Ultrón desprecia en exceso la línea de diálogos para recrearse en las conocidas y estruendosas escaramuzas y refriegas, pero ni las toneladas de chatarra ni las escasas notas de humor ni su barniz oscuro pueden enmascarar una abusiva sobrecarga de personajes en su modo más funcional.


2 comentarios:

  1. Como film-espectáculo me pareció competente pero tampoco nada del otro mundo. En cuanto al guión, me sumió en la más profunda indiferencia y aproveché las disertaciones de Ultrón y compañía para echar alguna que otra cabezada. En fin, ideal para un domingo por la tarde en familia con palomitas y Coca-Cola a tutiplén.

    Un abrazo.

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    1. A mí estas películas, a pesar del éxito de crítica y taquilla, siempre me han parecido muy inferiores a los Batman de Nolan, Acabo de revisionar "El Caballero Oscuro: La leyenda renace", que fue vapuleada por un sector de la crítica oficialista, y me sigo pareciendo un películón infinitamente superior a estos "Vengadores" y los "4 Fantásticos", que aunque son artefactos muy eficaces en un plano visual, no alojan ningún poso en mi memoria cinéfila. Este invento cada vez se parece más a Transformers, con toda esa chatarra.

      Un abrazo.

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