jueves, 26 de marzo de 2015

CRÍTICA:" FOCUS"

Una función olvidable… pero qué buena está Margot Robbie
FOCUS êê
DIRECTOR: GLENN FICARRA, JOHN REQUA.
INTÉRPRETES: WILL SMITH, MARGOT ROBBIE, RODRIGO SANTORO, STAPHANIE HONORE, ADRIÁN MARTINEZ.
GÉNERO: COMEDIA / EE. UU. / 2015  DURACIÓN: 104 MINUTOS.   


        El nuevo invento ideado por los directores Glenn Ficarra y John Requa firmantes también del guión- recupera la figura del timador de gran tradición literaria y cinematográfica, pero recordando excelentes films como Nueve Reinas (Fabián Bielinsky, 2000) y Pickpocket (Robert Bresson, 1959) se queda más en la senda de la saga Ocean´s Eleven de Steven Soderbergh. Tras visionar Focus tengo la sensación de que no alojará ningún poso en mi saturada memoria cinéfila más allá de la agradable visión otra vez (recuerden El Lobo de Wall Street) de la incomparable belleza y escultural cuerpo de Margot Robbie.


      Veamos: El veterano timador Nicky Spurgeon (Will Smith) es víctima de un intento de timo por parte de una hermosa joven llamada Jess (Margot Robbie). Tras la fallida operación, Jess se une al grupo de timadores de Nicky y su relación es cada vez más íntima. Pero el temor de Nicky a hacer daño a los que le rodean y el peligro que conlleva su profesión hace que abandone a Jess en la primera oportunidad que tiene. Tres años más tarde, Nicky y Jess se reencuentran cuando un joven multimillonario argentino, Garriga (Rodrigo Santoro) que contrata a Nicky para progresar en su escudería de Fórmula 1 vendiendo falsos secretos a los equipos rivales. Cuando Nicky descubre que Jess es la nueva pareja de su proveedor, tratará de recuperarla por todos los medios posibles, pero en el mundo de los timadores todo es posible.



      Estamos ante una película que pone de muy mala leche por el lujo que muestra (ambiente top, muebles de diseño, ropa chic) y al parecer quienes únicamente lo disfrutan son los que lo ostentan y la camarilla de timadores que se aprovechan. Por lo demás, Focus no pasa de ser un pasatiempo sin demasiado recorrido pero que tiene algunos puntos a favor: sugerentes cambios de escenarios (Nueva York, Nueva Orleans, Buenos Aires) iluminados con exultante pericia por el mexicano Xavier Pérez Grobet; la aceptable química entre Will Smith y Margot Robbie, que hubiera sido mayor si no estuviera tan fragmentada y la elegante, sexy y cómica naturalidad de la actriz australiana, que acabará convirtiéndose en una presencia ineludible en la gran pantalla. Sin embargo, el imponente envoltorio esconde poca sustancia y las milimétricas vueltas de tuerca se me antojan muy previsibles. Un film muy convencional que hace uso  de todos los tópicos de este subgénero, como el del maestro de la estafa y la alumna aventajada intercambiando roles, y las etapas de un romance imposible que relaja el ritmo inicial y sólo explota la recíproca atracción de la pareja.  Un clímax que no guarda ninguna sorpresa y de tintes moralistas pone el punto final a una función francamente olvidable. Insisto, sólo recordaré a Margot. 


3 comentarios:

  1. Sí está buena sí. Y la carrera de Will Smith en caída libre, por lo que veo.

    Un abrazo.

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  2. Bueno, cualitativamente, la carrera de Smith nunca estuvo muy arriba. Pero lo de Margot Robbie es de otro mundo, una belleza inmarcesible.

    Por cierto, Ricard, me llevé un disgusto el otro día cuando un amigo catalán me dijo que se oían rumores de que los Verdi cerrarían en breve. Al parecer, creo que han encontrado una solución al problema.

    ¡Madre mía! ¡Qué shock! Yo estuve en Gracia en la inauguración de esos cines que se convirtieron entonces en mis favoritos. ¿Qué está pasando en Barna? Que antes era muy superior en cines a Madrid, que siempre la ha superado en teatros, y ahora parece que muchos cines agonizan por falta de espectadores.

    En fin, esperemos que la gente vuelva al cine, porque como sigan cerrando, y la opción sea ver cines en una tablet, me suicidaré con un ala delta para no causar daños colaterales.

    Un abrazo.

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    1. Sí que decían que iban a cerrar pero parece que aguantan y esperemos que sea por muchos años. Ahora que hemos superado el peor momento de la crisis puede que la gente vuelva a salir e ir al cine; pero desengañémonos: ya no se lleva.

      Como sabes, en Igualada no tenemos cine, aunque hay una sala en un pueblo vecino y alguna iniciativa municipal que intenta revertir la situación. Pero hay pocas películas que lleven a la gente a las salas, y el gusto del público es más bien discutible. Por ejemplo, el cine-club de Igualada: ahora hacemos cine algún domingo y el otro día llenamos con la francesa "Dios mío, pero ¿qué te hemos hecho?", ya sabes, una sucesión de tópicos levemente entretenida. Ayer, pusimos "La venus de las pieles" y vinieron menos de cuarenta (sí, ya sé que no te gustó mucho pero es un Polanski, se merece el beneficio de la duda).

      En fin, lo que tenga que ser será.

      Un abrazo.

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